Daria y Ginger: revolución femenina noventera

¿Quién era yo a finales de los noventa y principios del nuevo milenio?; y aunque la verdad no son tantos los recuerdos que tengo de mi infancia o adolescencia, porque es extraño volver a una época tan confusa en mi vida, tengo ciertos flashbacks puntuales a los que recurro constantemente para situarme. Obviamente recuerdo que en esa época estaba saliendo de la básica y entrando a la media; cambiando de colegio e intentando adaptarme por primera vez a algo distinto, y yo era una niña tímida y poco sociable. Aunque en la básica hice buenas amigas, que siempre intentaron animarme y salir un poco de mi caparazón, nunca encontré mi lugar o me sentí completamente cómoda con quién era en esa época (pero hey, quién sí lo hacía a los catorce años).

Mi breve historia de preadolescente no es muy distinta a la de muchas niñas en cualquier época en nuestra historia reciente, de eso estoy segura, y evidentemente eso nos hace casi una manada, y nos gusta identificarnos en nuestro propio estereotipo, porque es recibir algo de reconocimiento y autoestima. Por eso creo que para ninguna de las niñas que crecimos en los noventa y principios de los 2000, pueden pasar desapercibidas dos series animadas que marcaron una época y una tendencia hacía la mirada más honesta y compleja de la vida de una adolescente. Y si bien, estoy de acuerdo en que están contadas desde una cultura diferente a la chilena, es innegable que nos mostraron de forma fresca escenarios que se acercaban mucho más a una realidad intima y compleja, lejos de los estereotipos histéricos y tontos en las que las niñas estaban enmarcadas en otro tipo de series. As told by Ginger (o Ginger en Latinoamérica) y Daria, son dos de las series, junto a un par más, que se atrevieron a salir del molde al contarnos desde la perspectiva menos afortunada cómo era lidiar con los conflictos, esperanzas y cierta incertidumbre en la vida adolescente.
Daria, fue originalmente un personaje secundario que apareció en un par de capítulos de otra serie mítica de MTV: Beavis and Butt-Head, y que de la mano de sus creadores Glenn Eichler y Susie Lewis Lynn, resultó convertirse en uno de los personajes más populares de la cadena de televisión gringa de música. La serie tuvo una duración de 5 temporadas entre 1997 y 2000, además de dos películas, y se ha seguido especulando sobre un posible regreso de la serie a la cadena.

La historia se centra en esta chica sarcástica y desadaptada, que intenta enfrentar un mundo que le es muy ajeno y al que definitivamente no se quiere adaptar. Durante el desarrollo de la serie conoce a Jane Lane, otra chica freak, con la que llega a tener una amistad poco convencional, pero honesta; son las dos “heroínas” de un grupo socialmente despreciado, que nos mostraron que no era necesario seguir los ritmos y patrones sociales para sobrevivir a una época tan compleja, y además desde el punto de vista femenino pudimos acercarnos a un estereotipo más agudo y ácido al que estábamos acostumbrados antes de conocer la serie. Sin duda, Daria, es una referente muy potente de la cultura popular, al que podemos recurrir para identificarnos, si fuiste, como yo, una chica desadaptada de la secundaria.

Ginger, fue estrenada el 25 de octubre del año 2000, de la mano de su creadora Emily Kapnek y emitida por el canal infantil estadounidense Nickelodeon. Si bien la trama no es muy distinta a las de muchas otras series en que se cuenta la vida adolescente en la secundaria, esta en particular tiene una mirada mucho más compleja y sensible. As told by Ginger, su título original, se centra en esta chica de doce años, que vive con su mamá Lois y su hermano Carl, y que sufre con el constante conflicto de querer ser aceptada. Ginger, es una niña sensible y honesta, que escribe en su diario de vida cada uno de los problemas que enfrenta y cómo al final con el apoyo de su familia y sus amigos es capaz de resolverlos.

Lo que más llama la atención de esta serie es el profundo desarrollo de personajes, y que a lo largo de la misma, que duró 3 temporadas, no sólo los acompañamos en su crecimiento, si no que fuimos capaces de darnos cuenta que algunos se lograron reivindicar desde una primera impresión desfavorable. Courtney Gripling, la chica popular de la secundaria, a medida que avanza la serie, va descubriendo su cercanía y afecto por la protagonista, y que resulta después de todo un personaje entrañable; contrario a lo que pasa con Dodie Bishop, la mejor amiga de Ginger, que conforme avanza la historia podemos darnos cuenta que se va transformando en una especie de rival, debido a su personalidad narcisista. Pero lejos el personaje que más destaco de la serie es Lois Foutley, la mamá de Ginger, con la que podemos ver el empoderamiento femenino y la sensibilidad materna como en ninguna otra serie animada antes. Lois cautiva con su personalidad fuerte y despreocupada, pero que siempre está atenta al bienestar de sus hijos. En la serie se muestra la vida de una mamá soltera que trabaja en el hospital de la ciudad y que va progresivamente rehaciendo su vida después de un divorcio. Lois, es para mi gusto, la mirada más honesta y real que he podido encontrar en un cartoon.

La importancia de estas dos series que marcaron esa época entrañable de mi propia adolescencia, en mi opinión, está centrada en la mirada feminista y lúcida en la que nos presentan la vida de las niñas; nos acercan de una manera hasta desgarradora quizá, que fuimos y seremos siempre dueñas de nuestro propio destino, y que no tenemos que apegarnos a ninguna regla socialmente impuesta para lograr el éxito personal. Además, ambas series se adentran profundamente en la posibilidad de los trastornos mentales y el conflicto interno que muchas, y muchos hemos sufrido desde muy temprana edad.
Si eres una niña noventera y no has visto estas series, te las recomiendo absolutamente.